viernes, 27 de junio de 2008
Podemos
Como siempre debió ser
Anoche cuando regresaba a casa después de ver la semifinal del europeo entre España y Rusia se me ocurrió este pensamiento: Como siempre debió ser. Y me explico. ¿Qué de diferente hubo ayer en el juego de la selección española para lograr tan fulminante éxito y pasar con tanta holgura a la final de un europeo después de 24 años? Muy sencillo: nada. Quiero decir. El juego de la selección se me antoja muy parecido en cualquier etapa e independientemente del seleccionador (si exceptuamos a Clemente). Y se basa en moverla, tenerla e ir a por el partido en todo momento. Nunca especular ni con el resultado a favor. En principio es una filosofía que encandila y atrae gran parte de los que amamos este deporte. Pues bien. El partido de ayer fue el máximo exponente de esta filosofía. ¿Es cuando siempre se juega bien cuando siempre se gana? No. Pero nos quedaba la sensación de que así es como debiera de ser. Por lo que ayer cuando regresaba a mi casa me dió la sensación de que en pasadas competiciones siempre que España quedaba eliminada, no era cómo tenía que ser. Puesto que si sales a ganar el partido , a bajar la pelota al suelo, a asociar jugadores de técnica, tocar, juntarse, moverse, y buscar los huecos, y no especular ni con el marcador a favor, tienes que salir ganando casi siempre.
En la jugada del 3-0 cuando la veía repetida me daba cuenta de que estaba viendo jugar a un equipo en vez de a una selección. Minuto 80 y en el círculo central la tocan Sena, Xabi Alonso , Silva , Cesc....hasta q le llega la pelota a Iniesta en su campo en el costado izquierdo harto de tocar decide enviar en profundidad al extremo y este la coge pillando a la contra a los rusos. Lo increíble es que el extremo es Cesc.Entonces la controla encara y en el pico del área pasa al delantero , que lejos de pegar un patadón controla con la derecha y marca con la zurda a bote pronto con una clase espectacular. Y lo increíble es que el delantero es Silva. Me pareció asombroso. Intercambio de posiciones. Como el fútbol total que dicen que inventó la Holanda de Cruyff en los 70.
Ahora Alemania.
No tengo un pronóstico claro.
miércoles, 25 de junio de 2008
Los gitanos y la materia de los sueños
En la Italia de Berlusconi se ha desatado la persecución de los calés. Allí y en todas partes su principal 'pecado' es su carácter irreductible. Habría que defenderlos: he aquí una causa al alcance de todos
España es un caso destacado de esta flagrante contradicción. Los gitanos son un signo preeminente de nuestra identidad y los embajadores casi exclusivos de nuestro folclore y nuestro temperamento nacional, si es que existe tal cosa, y por esta razón nos sentimos orgullosos de los gitanos y los andamos exhibiendo por el mundo; pero luego procuramos mantenerlos a distancia y los consideramos extraños o, lo que es peor, ciudadanos de segunda.
Se trata de una injusticia casi universal, a la que contribuye en buena parte el origen recóndito de los gitanos y su irreductible idiosincrasia.
Aunque hay teorías para todos los gustos, el consenso apunta a que son originarios de la India, donde conformaban una de las muchas subdivisiones de la casta de los parias. El subsistema de castas se basa en el tipo de actividad que practican sus miembros, y los gitanos estaban especializados en dos oficios distintos pero no incompatibles: eran muy apreciados como herreros y forjadores, pero aún más por sus aptitudes innatas para la música, el canto y el baile.
Más tarde, al hacerse trashumantes y frecuentar ferias y mercados, incorporaron a su currículum la trata de ganado. No se sabe cuándo ni por qué causa emigraron en bloque. Unos dicen que fueron expulsados; otros, que acudieron a la invitación de algún monarca poderoso y falto de diversiones, con la esperanza de mejorar su suerte. Sea como sea, recalaron en lo que entonces era el imperio persa. De ahí pasaron al imperio bizantino y luego al otomano, bajo cuya bandera se dispersaron por Europa. Tal vez pasaron por Egipto, pero no proceden de ahí ni tienen nada que ver con los faraones como antiguamente se creía.
En la actualidad hay comunidades gitanas importantes en todo el mundo, incluida la América del Sur y la del Norte. Al no ser sedentarios, es difícil censarlos, pero su número es mayor de lo que uno tendería a pensar. Hace una década se calculaba que había unos 11 millones de gitanos en el mundo, una cifra considerable si pensamos que en esa misma fecha los judíos sumaban poco más de 12 millones.
Los gitanos mantienen ciertos rasgos morfológicos distintivos, pero difícilmente se puede hablar de una raza en sentido estricto, porque se suelen casar entre ellos, pero después de tantos siglos de vagar, las excepciones a la endogamia hacen que estén muy mezclados. Lo mismo ocurre con su lengua, transmitida por tradición oral, poco estudiada y, tan contaminada como los genes, si no más. Los que la hablan son siempre bilingües, por lo menos. En España hablan castellano con los giros propios de cada región, así como las demás lenguas del Estado. La Carmen de Mérimée hablaba caló, sevillano y euskera, con lo que armaba líos a tres bandas. El propio Mérimée, que inventó el personaje, cuenta en sus cartas que al pasar por Barcelona conoció gitanos que hablaban y cantaban en catalán. También los nombres y apellidos se pegan al terreno.
En cuanto a su extraordinario talento musical, y en contra de lo que parece, no es creativo, sino interpretativo. No hay música gitana propiamente dicha. Adaptan y hacen suya la que encuentran. En España, el flamenco, pero en Hungría, en Yugoslavia, en Rumania o en Italia, la música folclórica de cada lugar.
Muchos gitanos se integran sin dificultad en la forma de vida convencional de sus respectivos países, pero lo que les sigue caracterizando como colectivo es su forma de vivir desarraigada, excluyente y voluntariamente marginada de toda sociedad. Es este carácter inconformista el que ha creado un sentimiento generalizado de desconfianza hacia ellos que en ocasiones se transforma en animadversión, cuando no en violencia.
En la Europa medieval, y después también, fueron anatematizados. Al que no pertenecía a la Iglesia en cuerpo y alma se le consideraba pagano, un término que entonces era sinónimo de poseído por el demonio o servidor de Satanás. En la tradición centroeuropea, los gitanos son los aliados naturales de los vampiros y sus fieles servidores. Son ellos los que trasiegan el ataúd de Drácula cuando éste no puede valerse por sí mismo. Una antigua tradición cristiana dice que Dios los maldijo porque negaron su ayuda a la Sagrada Familia en la huida a Egipto. Pero no hace falta tanta imaginación ni remontarse a un pasado tan lejano. El que visita Ausch-witz se sorprende y sobrecoge al ver la cantidad de gitanos que fueron exterminados en aquel inicuo y lúgubre lugar, como consta en un austero y apartado recordatorio, tan marginal como las personas que por allí pasaron. Una tragedia de la que se habla poco, porque los gitanos no dejan testimonio escrito de su historia y como todas las gentes que van de paso, no tienen interés por el pasado y son reacios a la memoria.
El que no sean réprobos no significa que sean ángeles. En cualquier comunidad humana hay personas buenas, malas, y una suma de las dos cosas. Los gitanos, como todo el que camina por el borde de la sociedad, están más expuestos a resbalar e incurrir en delitos pequeños pero molestos: robar gallinas o lo que el azar pone a su alcance y cosas por el estilo. En la actualidad parece ser que algunos entran y salen del mundo de la droga, más como consumidores que como traficantes. Una actitud incívica y la fama de promiscuidad sexual han dejado de ser crímenes para convertirse casi en virtudes.
No es cierto, como se contaba, que antiguamente robaran niños: son prolíficos y con sus propios churumbeles tienen de sobra. Sí es verdad, en cambio, que algunos niños, por afán de aventura o para huir de malos tratos o abusos de cualquier tipo, se unían a las caravanas de gitanos como único medio de transporte y supervivencia. A veces su carácter apasionado les impulsa a echar mano de la navaja y entonces corre la sangre, pero la violencia, como casi todo, no rebasa los límites de su propio círculo. En definitiva, un historial muy parecido al de otros colectivos, y menos perjudicial que el de los especuladores o los abanderados de las causas patrióticas.
En el fondo, son lo que siempre fueron, aquello para lo que estaban genéticamente programados: gente de la farándula. No hay que haber conocido a muchos profesionales del espectáculo para detectar a escala individual rasgos que en los gitanos son atributos tribales. Temperamentales, exagerados, impróvidos, a veces lunáticos, a veces incumplidores, a veces desaseados, propensos a darse puñaladas entre sí, por suerte metafóricas; pero también impulsivos, sentimentales, generosos y divertidos.
De un tiempo a esta parte, el colectivo de actores, con algunas adiciones valiosas del mundo de la canción y otros sectores afines, ha mostrado una especial sensibilidad por los problemas políticos y humanos que asolan el mundo actual: el hambre, la guerra y la opresión en todas sus formas. Con frecuencia ha expresado su repulsa y denunciado a los culpables. En una época dominada por la imagen y el culto a la fama, estas intervenciones han tenido gran repercusión y, dentro de lo posible, una cierta eficacia. A veces la envergadura de la causa era excesiva para sus fuerzas: Irak, el Tíbet, África.
Ahora hay una causa que no debería dejarle indiferente. Los gitanos están más cerca, físicamente y, si mi teoría no es errónea, también espiritualmente. No hace mucho que los cómicos eran considerados poco menos o poco más que los gitanos, vivían segregados de la sociedad y no podían ser enterrados en tierra sagrada. Ahora esto es sólo un recuerdo y una anécdota. En cambio, los gitanos, empeñados sin saberlo en cumplir su extraño destino histórico, persisten en una condición que han asumido sin concesiones y hasta las últimas consecuencias. Pero incómodos, ajenos a todo, a veces patéticos, a veces poéticos, comparten la propiedad de ser lo que Shakespeare definió como la materia de que están hechos nuestros sueños.
Eduardo Mendoza es escritor.
lunes, 23 de junio de 2008
La fortuna como viene
viernes, 20 de junio de 2008
Wikipedia esta haciendo cosas feas.
Chupate esa, cuando es sabido que todo dios que este registrado en wikipedia puede poner lo que le salga de los huevos y ademas sin tener el mas minimo atisvo de certeza, todos recordamos el caso Hamilton y lo que hizo el gobierno americano cuando un petrolero encayó en el Polo.
No sera que rebelion es uno de esos portales que dicen cosas que segun a que gente no les gusta.
miércoles, 18 de junio de 2008
martes, 17 de junio de 2008
Francia - Italia EURO 2008
lunes, 16 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
Cavalera Conspiracy - Territory (Electric Weekend 2008)
miércoles, 11 de junio de 2008
En fin que dios los pille confesados ( si es verdad que confiesan todos sus pecados, que que yo sepa como minimo son la soberbia y la avaricia).
Lo mejor los comentarios del blog del follonero sobre el programa de fedeguico. La verdad que es un payasete muy gracioso.
Enlace
martes, 10 de junio de 2008
Miss Eurocopa
lunes, 9 de junio de 2008
VÍSTETE DE NOVIA, Y NO CORRAS
Por eso me hace echar la pota el comportamiento y discurso de tanto simple, de tanto cantamañanas y de tanto golfo apandador entrado ya en experiencia y años. Toparte en cada telediario, en cada programa de radio, en cada titular de prensa, con simplezas propias de colegas de bachillerato dichas por pavos con canas en la barba, o por tordas con edad de ser abuelas, lleva a la inevitable conclusión de que, o estamos rodeados de retrasados mentales, o se trata de que los resortes sociales han sido secuestrados por una legión de embusteros y sinvergüenzas. Aunque también puede ocurrir que todo sea lo mismo: con frecuencia, un tonto al que nadie pone límites termina convirtiéndose, por puro hábito del ejercicio, en resabiado y contumaz sinvergüenza. Y más cuando, como ocurre ahora con triste frecuencia –antes sólo ocurría con la política–, es posible hacer de cualquier ideología un rentable medio de vida.
No se trata sólo de España, claro. Lo nuestro es simple contagio. El mundo –el occidental, al menos– apunta por ahí: cantamañanismo como espíritu universal. Eso, con la que está cayendo; aunque tal vez la que está cayendo –y la que va a caer– provenga precisamente de que, cada vez más, los resortes que mueven la vida y la sociedad están en poder de perfectos tontos del haba en el sentido parmenidiano –me parece que era ése– del asunto: redondos, compactos y sin poros. Hasta no hace mucho, teníamos el consuelo de saber que, en el fondo, nadie se creía de verdad lo que circulaba como moda o tendencia; más o menos lo que pasa en Italia con la política. El problema es que ahora ya no es así. Ahora, la gente empieza a creérselo todo en serio. Y a actuar en consecuencia. En la sociedad actual, la línea más corta entre dos puntos es la estupidez. Y la dictadura que, a la larga, nos impone.
Hay un símbolo reciente de todo eso. Pensaba en ello hace un momento, cuando empecé a teclear estas líneas: Pippa Bacca, la artista italiana de treinta y tres años que hace dos meses decidió viajar, vestida de novia y haciendo autostop, por algunos de los lugares más peligrosos del planeta, en nombre de la paz, para demostrar, decía, que «cuando uno confía en los demás recibe sólo cosas buenas». Lo del traje nupcial, ojo al dato, era «metáfora de un matrimonio con la tierra y con la paz, del blanco y del femenino»; y lo del autostop, «ponerse en manos de otros viajeros y fiarse de la gente». Con tales antecedentes, a lo mejor a alguien le sorprende que, a poco de empezar el viaje, Pippa Bacca fuese violada y estrangulada en la frontera entre Turquía y Siria por un fulano con antecedentes penales. A otros, que somos unos cabrones suspicaces y mal pensados, no nos sorprende en absoluto. A los sitios peligrosos se los llama así precisamente porque hay peligro. Y el principal peligro se llama ser humano, sobre todo cuando nos empeñamos en creer que los valores que predicamos en nuestras confortables salitas de estar, discursos políticos y tertulias de la radio y la tele, son los mismos que manejan un talibán cabreado con un Kalashnikov, un africano hambriento con un machete, o cualquier hijo de puta con pocos escrúpulos y ganas de picarle el billete a una señora. Por ejemplo.
Dice el recorte de prensa que tengo sobre la mesa que a esa pobre chica la mató un turco desaprensivo. Pero, en mi opinión, el recorte se columpia. La mató la estupidez. La suya y la de la sociedad occidental, cada vez más idiota y suicida, que la convenció de que el mundo, en el fondo, es un lugar simpático que sólo necesita un traje de novia para convertirse en el bosquecito de Bambi.
Arturo Pérez Reverte
viernes, 6 de junio de 2008
jueves, 5 de junio de 2008
El Camino del Rey
miércoles, 4 de junio de 2008
martes, 3 de junio de 2008
QOTSA - Intro & Millionaire from Electric Weekend
Para los más envidiosos, nos perdimos este comienzo después del terremoto RATM