viernes, 20 de julio de 2007
'Toy story' a la española
Esta vez se trata de un extenso artículo (extenso para lo que es habitual en la red) sobre la animación española en el mundo del cine. A algunos les parecerá un poco utópico, y otros lo leerán con sorpresa. Bien, pués siguiendo un mínimo este género hay que decir que cuando el rio suena ... pués que no va mal encaminado en decir que esto tiene buena pinta.
El cine son de esas cosas que te endulzan un ratito del día y te hace disfrutar e imaginar situaciones imposibles y subtituir al protagonista en aventuras irreales. Si además se realiza con animaciones, las posibilidades de imaginar y soñar se disparan, y ese ratito es más que mágico. Me encantan las animaciones, a pesar de no ser escapaz de dibujar un muñeco con palotes :)
El País
Abrió un horizonte nuevo en el mundo del cine de animación. Toy story, el primer filme animado en tres dimensiones realizado íntegramente en ordenador, causó furor. Los exquisitos y divertidos juguetes vivientes fueron el pistoletazo de salida en el mundo entero -en España se estrenó en marzo de 1996- para otra forma de llevar a la gran pantalla los dibujos animados. Cinco años después aparecía la primera película española en 3D, El bosque animado, una producción de Dygra Films, que fue vista por más de 500.000 espectadores en nuestro país y un millón en Europa.
Antonio Banderas desea asociarse con Kandor Graphis para producir títulos de animación en España
El cine de animación en España se hace día a día más grande. Han aparecido empresas y proyectos con vocación internacional, algunos de ellos con clara intención de convertirse en grandes estudios tipo Hollywood, que conviven con otros más pequeños pero igualmente sólidos. Los presupuestos se han disparado y las ventas internacionales se han convertido en clave para el éxito de este cine, que combina la creatividad y la tecnología más puntera. El presupuesto medio de una película en 3D está, según los expertos, en torno a los seis millones de euros y una media de tres años para su realización.
Según datos del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), en el año 2003 se produjeron en España siete largometrajes de animación; en 2004 fueron tres; en 2005 se hicieron seis y el año pasado se aumentó hasta ocho. Estas películas acceden a los mismos tipos de ayudas estatales que cualquier título de ficción. La película de animación con mayor recaudación ha sido El Cid, -2,6 millones de euros y 553.000 espectadores-, seguida de Los Reyes Magos -2,3 millones de euros y 492.000 espectadores- y Pérez, el ratoncito de tus sueños, todavía en cartel en muchas salas, que ha recaudado hasta el momento cerca de 2,2 millones de euros y ha sido vista por 413.000 espectadores. Pérez, el ratoncito... es el filme español que ha conseguido mayor recaudación en este semestre de 2007.
Está en preparación el superproyecto Planet One, la producción española más importante en la historia de la animación en Es-paña, con un presupuesto de 40 millones de euros y la colaboración del guionista de Shrek. Otro dato que avala el impulso que está teniendo la industria en este sector es el deseo expresado por Antonio Banderas, todavía no materializado, de que su productora, Green Moon, se asocie con Kandor Graphis para producir títulos de animación.
Este panorama en la industria de la animación es visto por algunos como puro espejismo. "Es un mercado realmente complicado, donde estrenar y competir internacionalmente es muy difícil", asegura Juanba Berasategui, guipuzcoano, el más veterano de los productores de animación en nuestro país. Su empresa, Lotura Films, es un buen ejemplo de lo que es la historia de la animación en España. Comenzó dando trabajo a monjitas y a presos, que pintaban los dibujos realizados en plástico. En los años ochenta, cuenta Berasategui en su oficina del Alto de Miracruz, en San Sebastián, España se convirtió en el Asia europea con encargos centrados en series de televisión. Aquí encontraban buenos técnicos, experiencia y precios baratos, que se canalizaron hacia la realización de muchos encargos para series de televisión. Durante la transición, los asiáticos se hacen con este mercado y dejan en España pequeñas estructuras que comienzan a centrarse en la producción de largometrajes. Ahí comienza la explosión.
En esos años, concretamente en 1987, es cuando Manuel Gómez crea la empresa Dygra Films. De joven era el único entre sus amigos que, sin compañía infantil, ni siquiera para disimular, iba al cine a ver todos los títulos que la Disney estrenaba. Ha sido toda una carrera de fondo. Dygra Films es hoy una de las pocas empresas europeas que dispone de todo un estudio de producción en 3D, repartido a lo largo de siete locales y oficinas en A Coruña. Con un objetivo: llegar al corazón de Hollywood, estrenar en Estados Unidos y competir allí con los grandes títulos de los estudios norteamericanos. "Si en el cine de imagen real el dominio de Hollywood es aplastante, mucho más en el mundo de la animación", explica Gómez. Dygra ya ha producido dos películas en 3D -El bosque animado, estrenada en 2001, y Sueño de una noche de San Juan, en 2005-. Tiene a punto de terminar Espíritu del bosque, que estrenará en Navidad de 2007 o primavera de 2008, y Noche de paz. Su objetivo es realizar varias películas de animación en paralelo para, a partir de 2009, poder estrenar una película cada año. Gómez tiene muy claro que la única manera de recuperar dinero y trabajo invertido es a través de las ventas internacionales. Todas sus películas han sido vendidas en el exterior y Espíritu del bosque y Noche de paz tienen muchas posibilidades de llegar al mundo anglosajón y, más concretamente, a las salas de Estados Unidos, algo que, de momento, no ha conseguido ningún título de animación español. "Tienes que ir conquistando el mundo a medida que se va haciendo la película", asegura Gómez, que ha conseguido levantar un estudio, de empleados jóvenes y muy cualificados, donde se realiza todo el proceso de creación, montaje y música de los filmes.
Donde sí han comenzado a lo grande es en Ilion Animation Studios. Instalados en un imponente edificio de los alrededores de Madrid, esta empresa familiar, dedicada a la producción y venta de videojuegos, tiene en sus manos el proyecto más grande en cine de animación de la historia española. Cuarenta millones de euros para un filme en 3D, Planet One, en el que llevan trabajando cinco años y que narra una divertida historia de invasiones alienígenas vistas por los ojos de los habitantes de Planet One, unas pequeñas personas verdes con antenas. La llegada del astronauta Chuck Baker desata la paranoia y comienza la aventura. Su productor, Ignacio Pérez Dolset, no tiene dudas del porqué de esta gran aventura empresarial: "Si hay algo claro hoy en el panorama cinematográfico en España es que hay gran talento en el campo de la animación".
Planet One supone un salto cualitativo no sólo a escala nacional, también europea. Su objetivo es claramente el entrar a competir con las grandes películas norteamericanas -el presupuesto medio de un filme de animación en Estados Unidos está entre los 58 y los 72 millones de euros-. Ilion Animation Studios, en coproducción con Handmade Films International, Ceo Lolafilms y Albie Hecht, ha contratado al guionista de Shrek, Joe Stillman, para dar forma a Planet One, cuya idea original proviene de la productora española. Es la primera vez que Stilman trabaja fuera de Estados Unidos.
Planet One, dirigida a un público de todas las edades y que se rodará en inglés y en español, ya ha sido vendida a cerca de 60 países. "Nuestro gran reto es entrar a lo grande en Estados Unidos y en Japón", asegura Pérez Dolset.
Ilion Animation tiene la intención de crear una gran estructura empresarial -en los momentos álgidos del proyecto de Planet One trabajan cerca de 200 personas- y dedicarse al mundo de la animación a gran escala. "Nuestro objetivo es conseguir un diseño visual inconfundible, un universo propio y coherente, original", asegura Pérez Dolset, que ya tiene en proyecto una segunda película.
Los montes de Santiago de Compostela se divisan desde las oficinas que la distribuidora y productora Filmax tiene en esta ciudad gallega. Su presidente, Julio Fernández, natural de Cereixido, en Lugo, ha querido que su tierra sea la depositaria de la división de animación de su empresa, con la firma Brent. "Hoy es la gran apuesta de Filmax", dice Fernández. Ganadores de tres premios Goya desde 2004 -El Cid, Pinocho y Pérez, el ratoncito de tus sueños-, el productor ejecutivo, Paco Rodríguez, asegura que el cine de animación goza de mayor facilidad de explotación internacional por la universalidad de sus historias y de su público. "Los niños no tienen el rechazo de los adultos, ni desde el punto del vista del idioma ni del cultural. Son mucho más abiertos", explica Rodríguez, para quien la facilidad de doblaje de este tipo de títulos hace también más prometedor su recorrido internacional. Exigente con sus proyectos, Rodríguez y Brent saben que el éxito viene por la necesidad de dotar de un contenido y una imagen visual de calidad a sus películas.
Sus dos próximos proyectos son Nocturna, coproducida con Francia y realizada en 2D, que se estrenará el 11 de octubre, y Donkey Xote, en 3D, coproducida con Italia, que estará en las pantallas el 5 de diciembre.