miércoles, 16 de enero de 2008

sEGREGACIÓN lINGUÍSTICA

En Cataluña, han decidido que todos aquellos alumnos que no dominen a la perfección el catalán, serán expulsados de sus colegios o institutos y enviados a un "centro especial" como si de apestados se tratase.
Evidentemente esta medida es totalmente anticonstitucional, no se puede discriminar a nadie por cuestión de idioma, y más paradójico aún que se discrimine por hablar en español en eSPAÑA.
Todo esto y toda la segregación linguística que ha habído en los últimos tiempos en la Comunidad Autónoma de Cataluña es con la aquiescencia del gobierno central que lo permite, por muy transferidas que estén las competencias en educación.
Evidentemente el granero de votos de los socialistas catalanes es muy importante para las generales y no se pueden permitir que una menudencia como esta (nada más y nada menos que la educación de unos cuanto chavales), pueda restar esos cientos de miles de votos tan necesarios para seguir otros cuatro años en la poltrona.
El tripartito tiene agarrado por cierta parte a Zapatero, y este no tiene, ni la vergueza, ni el coraje para no permitir que desde Cataluña hagan los que les apetezca por muy aberrante que sea.
Copio algunas frases que el periodista Mauricio Electorat afirma en el diario chileno El Mercurio:


"la decadencia cultural de Barcelona es producto de tres décadas de demagogia nacionalista, de gobiernos que han aplicado políticas de segregación lingüística que se parecen mucho a los métodos de la dictadura franquista"
El catalanismo "rezuma el fascismo ordinario de las víctimas transformadas en verdugos"
"el nacionalismo en general es una prueba de las limitaciones del ser humano, pero el nacionalismo catalán es un fango que está acabando a pasos agigantados con la cultura catalana y, en especial, con el cosmopolitismo y la diversidad que tradicionalmente han identificado a Barcelona"
Critica luego "el hecho grave" de no invitar a los autores catalanes de lengua castellana a la feria del libro de Frankfurt, lo que califica de "marginación". Asimismo, habla de "segregación lingüística" en Catalunya, "con la consiguiente merma de las capacidades lingüísticas de los chicos catalanes, que hablan y escriben un castellano cada vez más macarrónico"
Añade que "que el papel que se ha autoasignado el nacionalismo catalán ante la Historia es ser los únicos e indiscutibles representantes de lo catalán ", y describe el catalanismo como "una cultura cerrada en si misma, hostil al mundo, autoritaria".